​

 

Creo que soy una persona privilegiada por haber elegido una profesión que me satisface y me apasiona. Mi trabajo me permite observar la realidad de nuestra sociedad a través del testimonio directo de los sujetos, que mediante la palabra buscan encontrar las causas de su malestar y sufrimiento.

¿Puede haber una profesión más digna que la de escuchar a las personas que sufren y ayudarlas a encontrar su propio lugar en el mundo? Y, por otra parte, ¿hay otra tarea en la cual se instaure una comunicación tan profunda y unos vínculos afectivos, como se da, en la práctica psicoanalítica, entre paciente y analista?

Por este motivo, como todo profesional del psicoanálisis tuve que hacer un largo recorrido teórico y práctico.

Si bien inicié mis estudios en el ámbito de las Ciencias de la Educación con una Diplomatura en Magisterio en Palma y las Licenciaturas en Pedagogía e Historia Contemporánea en la Universidad Central de Barcelona; con el tiempo fui derivando mi interés hacia la Psicologia. Concretamente fue en París, en el marco de una escuela de psicoanálisis de orientación junguiana, donde seguí mi formación durante cuatro años.

Después, en Londres tuve la ocasión de participar en terapias de grupo de orientación psicoanalítica. 

De regreso a Barcelona tomé la decisión de dar el paso definitivo hacia mi formación y análisis, con profesionales de la Fundación Europea para el Psicoanálisis, de orientación lacaniana. Asistí durante años a los cursos de Tegma Cultural, Praxis y ACCEP (Asociación Catalana para la clínica del Psicoanálisis), y por otro lado, me licencié en Psicología Clínica por la Universidad Ramon Llull de Barcelona.

Actualmente vivo y trabajo en Mallorca, pero sigo asistiendo a los seminarios que organiza Umbral y otras instituciones lacanianas en Barcelona.

A través de mi experiencia personal puedo afirmar que en la vida, nada nos llega de una manera inmediata y gratuita. Conseguir un saber y un bienestar, nos exige renunciar a cosas y, sobre todo persistir.

Sin embargo, el deseo nos transmite la energía para mirar el futuro con esperanza y ello, nos permite vivir el presente de una manera mas intensa y plena.